Viaje a la capital
En mi viaje al trastero en busca de mi amado, rotatorio y ecológico ventilador he decidido que ya era hora de dar de comer a mis esqueléticos lectores (y por que no añadir 'pocos') aunque sea una ensaladita ligera, eso sí, con burguitos de queso (menos tele tío, menos tele). En fin, que qué mejor momento que en mitad de mis interminables prácticas de ficheros para perder un poco el tiempo.
Mi padre, un hombre sencilllo y práctico tenía que ir ayer al dentista en Madrid y se le ocurrió la brillante idea de invitar a sus hijos a la excursión. El plan era un planazo, o como dicen en la capital "mazoplan" (ni idea, me lo acabo de cuajar, como dicen fuera de la meseta), ir en AVE pronto por la mañana, ir a Fuencarral a comprar -muy distinto de ir a comprar Fuencarral (yo soy mas de paseo del Prado y de la Castellana)- luego comer, acompañar a mi padre al dentista y ya de paso saludar que es amigo, y ver un poco de arte moderno y basura moderna en el Reina Sofía, junto con la exposición temporal de algún zángano.
Pronto por la mañana sonó mi móvil con un "haberte acostado antes" y me desperté. Me arreglé bastante con un "look" en plan "in" muy de capital pero se fué todo al garete cuando mi padre me colgó un par de trenzas de Almudevar para llevarle al dentista... . El viaje en AVE genial, rápido, y luego un paseito desde Atocha a Fuencarral para ver un poco ese trozo de Madrid, algunas calles del Monopoly y pasar por el Dunkin Donuts (fruto del deseo del autor).
Fuencarral es una calle que lo tiene todo, montones de tiendas todas pegadas, aire natural (todo lo natural que puede ser en Madrid), sombra, ¡y encimá rebajas!. Me despedí sin mucha pena de mi sueldo de este finde.
Del resto del viaje se pueden destacar principalmente nuestro trayecto en metro sobre las trés, estrategicamente en hora punta desafiando el cuantas personas caben en un seiscientos. Y sobretodo nuestras caras delante de la puerta del reina Sofía, una mezcla de admiración por el edificilo y porque tengan la sana costumbre de cerrar un Martes.
¡Una de sardinas oiga!. ¡Oido cocina!!!!
En fin, que un viaje guay. Mi hermana y yo estamos presionando para repetirlo en las rebajas de Febrero, pero no en martes.