UGDM: La absurda pero increible historia del arquitecto gracioso

miércoles, agosto 22, 2007

La absurda pero increible historia del arquitecto gracioso

Ayer por la mañana me levanté algo mas tarde de lo normal. Normal son las 8:30 o 8:45 porque intento estar en la biblioteca a eso de las 9:30(llámalo esperanza, llámalo desesperación). Mi hermana estaba encargada de abrir a la mujer que viene a limpiar pero la pobre estaba durmiendo después de una dura noche de ver series en streaming (yendit.com para quien pueda interesar). Como buena acción del día, ya que iba tarde decidí esperarme un poco más y abrir yo a la mujer. LLegó la hora H (9:30) y la mujer no llegaba a pesar de que habitualmente parece fabricada en Suiza y empezaba a pensar en afrontar una conspiración mundial para que no fuese a estudiar. Sonó el teléfono de casa y era ella que llevaba un rato llamando y un calambre en el dedo. No me pareció muy raro porque nuestros interfonos los monta Otilio y fallan usualmente así que me voy al ascensor...¡MIERDA! No hay electricidad en toda la casa...., bajemos andando, abrámosle y subamos de nuevo. Maldito piso doce....

En la subida realmente me di cuenta de que mi forma física había empeorado ligeramente este último año sin jugar al basket (concretamente en el piso cinco) aunque tiene cosas buenas porque confraternizas con los vecinos mucho mas que en el ascensor.

A los diez minutos de todo esto ya bajaba otra vez por las escaleras camino de la biblioteca y me encontré en plena escalada al portero, Valentín, que con la lengua fuera me dijo que algún inutil con título que diseña casas se le había ocurrido la genial idea de poner los fusibles del ascensor en el piso trece. Todo un cachondo.