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Imagina un silencio absoluto, el cielo blanco, un inmenso suelo de asfalto coronado en uno de los lados por edificios y en el otro...nada. Podría ser cualquier película postapocalíptica o a una mala un futuro próximo pero es el panorama que presentaba el campus de ingenieros a las 8 de la mañana un jueves 18 de mayo.
Calienta-tazas en modo "espera"

Estudiar ingeniería no deja nadie sano, piensas cosas raras, oyes voces, actuas de forma extraña y algunas veces, escribo todo estó aquí, en blanco, negro y grís.
Webs o algo peor: